Massimo Borghesi brindó la conferencia "Educar como introducción a la realidad, ¿desde qué sujeto educador?", organizada por la Asociación para la investigación y la Docencia Universitaria (Humanitas Argentina) de la ciudad de Santa Fe.
Massimo Borghesi propuso recuperar el método narrativo para la pedagogía
El filósofo italiano criticó los modelos pedagógicos occidentales que, desde su punto de vista, “esterilizan la relación entre docente y alumno y no permiten que comprenda el mundo tal cual es”
El doctor en Filosofía, profesor de Filosofía Moral en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Perugia (Italia) y autor de numerosas obras criticó los modelos pedagógicos aplicados en Occidente ya que, desde su visión "esterilizan la relación entre docente y alumno" y no permiten que éste comprenda el mundo tal cual es” al tiempo que consideró que el educador se ha vuelto un burócrata que transmite informaciones: "Hace mucho tiempo que la dimensión educativa está clausurada", sentenció.
Borghesi propuso, entre otras cosas, “recuperar el método narrativo en la enseñanza escolar”. En varias de sus publicaciones este intelectual ha advertido sobre las distancias abismales que están separando la escuela de la sociedad, y la desaparición del docente como protagonista del proceso educativo. Dos puntos clave para repensar las dificultades que afectan a la escolaridad hoy en gran parte del mundo: "Ni la escuela ni la universidad ayudan a entablar esa necesaria relación con la realidad. Por ejemplo, al haber problemas serios de desempleo, la escuela retarda el ingreso a la universidad y ésta se dedica a demorar la entrada al mercado laboral: los profesionales empiezan a trabajar recién a los 27 ó 28 años. En Europa se ha profundizado este fenómeno", señaló.
Por otra parte, la institución escolar se volvió un lugar muy distante de la sociedad. "La escuela desde hace tiempo renunció a su misión de introducir al sentido de la realidad social", explicó. "Educar es introducir a la realidad en la búsqueda de sus sentidos, para que el conocimiento se torne plenamente humano. Se va al colegio no sólo para conocer, sino para encontrar respuestas a los sentidos del mundo".
"Hace por lo menos 40 años que la dimensión educativa está negada, clausurada", sentenció Borghesi. "En toda Europa, Estados Unidos y gran parte de América Latina está sucediendo esto. Todo lo cual está llevando a una terminación de la educación humanista. Desde los años '80 y la década del '90, en las facultades americanas y europeas las disciplinas sociales fueron reducidas hasta casi su exterminación. Vivimos en una era de técnicos, que a la vez es la era del nihilismo. No se trata sólo de una crisis de los valores en sentido abstracto: el nihilismo determina una época sin maestros", clarificó.
Borghesi afirmó que ni el método idealista ni el estructuralista permiten en la actualidad una vinculación experiencial con el conocimiento universal y las grandes obras.
"Los textos escolares en Europa -y particularmente en Italia- están cargados de un formalismo realmente monstruoso, especialmente en la escuela primaria. En realidad, la escuela debe ser la bisagra que articule el pasado con el presente, es decir, el lugar heredado de una tradición histórica que viene consignada en el aquí-ahora. Ya no es posible reconocerse como lector en la trama de un texto, ni siquiera establecer una relación de empatía con el autor".
"Enseñar literatura, historia o arte requiere de un método adecuado, y el método narrativo es el único que permite una introducción, un acceso a la realidad destinado a los niños y adolescentes. Para recomponer la dimensión educativa actual, se debe recuperar un método narrativo que permita la introducción a lo real desde un elemento particular a su contexto universal", enfatizó.
"La juventud en Europa vive una situación de incertidumbre existencial. Comparados con las generaciones de los años '60 y '70, los jóvenes de hoy son infinitamente más inseguros y frágiles. Este factor deviene en gran medida de la crisis de la familia. El educador muchas veces es llamado a sustituir la figura paternal, a confirmar la identidad de una persona. El problema es que ese educador no está. ¿Por qué el educador está ausente? Porque se ha perdido la conciencia del sentido de la educación", advirtió Borghesi.
"Ahora el docente, como el político o el médico, se volvió una figura burocrática: ya no se habla más de vocaciones sino de profesiones. Esto trae aparejado problemas graves en la dimensión educativa", señaló.
Borghesi concluyó que "en los principales Estados del mundo -como Estados Unidos, algunos países de Europa y China-, el problema educativo se está volviendo un problema político. En el Viejo Continente, la problemática educativa se entrecruza con el drama de la inmigración y la falta de políticas de integración sociocultural".
Fuente: El Litoral