Los empresarios españoles Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz Ferrán concretaron esta semana la compra del 30 por ciento del capital de Aerolíneas Argentinas, que estaba en manos de Antonio Mata, quien fuera director de la compañía hasta mayo pasado.
Mata vendió su parte de Aerolíneas Argentinas
La operación realizada en Madrid alcanzó una cifra cercana a los 30 millones de euros, y en los próximos días se terminarán de resolver algunas cuestiones operativas
Según confirmaron allegados a este último empresario, la operación realizada en Madrid alcanzó una cifra cercana a los 30 millones de euros, y en los próximos días se terminarán de resolver algunas cuestiones operativas.
Concretamente, Mata vendió el 30 por ciento del capital de Air Plus Comet (bajo la cual operaba Aerolíneas Argentinas) a Teinver, una sociedad financiera a través de la cual Pascual y Díaz realizan varias operaciones.
Los socios de Mata tenían un derecho de adquisición preferente sobre las acciones en cuestión; y pese a que la compra se daba como hecho desde hace varios meses, recién fue formalizada esta semana.
Voceros de Marsans, el grupo empresario del rubro turismo que encabezan Díaz y Pascual, prefirieron mantener reserva sobre los detalles de la operación, y también evitaron referirse a los supuestos problemas operativos que tiene Aerolíneas para cubrir algunas rutas.
Desde junio pasado, el gobierno argentino recuperó su participación accionaria en Aerolíneas, a partir de un acuerdo alcanzado entre el presidente, Néstor Kirchner, y los dos socios principales de la compañía, en Madrid.
En ese viaje se acordó también que el Estado argentino podría elevar su participación hasta en un 20 por ciento.
Mata, un histórico empresario del sector turístico español, presidió durante los últimos años la linea aérea argentina, y se retiró de ese cargo en medio de enfrentamientos con el subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli.
El nombramiento del sindicalista como funcionario del gobierno no fue bien recibido por Mata, quien durante su gestión no tuvo un buen diálogo con los gremios de técnicos y de pilotos, lo que motivo más de una huelga por parte del personal.
Los socios mayoritarios de Aerolíneas Argentinas son propietarios de un fuerte grupo empresarial español centrado en el turismo, con ramas en el transporte aéreo y terrestre.
Pascual es presidente de Spanair y Díaz Ferrán ocupa la presidencia de Trapsa, una empresa de transporte terrestre, de la patronal madrileña CEIM (Confederación Empresarial de Madrid) y de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid.
Mata, Pascual y Díaz Ferrán desembarcaron en Aerolíneas Argentinas por intermedio de Air Plus Comet en el 2001, al adquirirle la empresa argentina a la Sociedad Estatal de Participaciones Públicas (Sepi).
Este ente estatal español había tomado participación en la gestión de Aerolíneas Argentinas en 1996, como consecuencia de las dificultades que tenían la por entonces compañía aérea estatal española Iberia y sus socios para administrar la empresa argentina.
Aerolíneas Argentinas fue una de las primeras empresas privatizadas por el ex presidente Carlos Menem, en una cuestionada operación que incluyó la absorción de la deuda vigente por parte del Estado argentino, y la posibilidad de que los españoles pudieran cargar en el pasivo de Aerolíneas la deuda contraída por ellos para comprarla.
En el decreto de privatización del año 1990, firmado por el entonces vicepresidente de la Nación Eduardo Duhalde –Menem no se encontraba en el país– y por el ministro de Obras Públicas, Roberto Dromi, se adjudicó el 85 por ciento del capital a un consorcio formado por Iberia Líneas Aéreas de España, Deví Construcciones SA, Cielos del Sur S.A., y por los empresarios Florencio Aldrey Iglesias, Leandro José Bonansea, Alfredo Carlos
Pott y Luis Zanón.
El 15 por ciento restante quedó en manos del Estado argentino (5 por ciento) y de los trabajadores (10 por ciento), a través del Programa de Propiedad Participada.