El consejo de dirección de la entidad tomó esta decisión después de que fracasaran las prolongadas negociaciones para encontrar un comprador que evite la quiebra.
Lehman Brothers, que operaba desde hace 158 años, se convierte en el tercer banco de inversión que desaparece o cambia de manos en seis meses en Estados Unidos, después de que en marzo Bear Stearns obligara a intervenir al departamento del Tesoro y anoche Bank of America comprara Merrill Lynch por cerca de 50.000 millones de dólares.
En forma paralela trascendió otro dato que impactó en los mercados: el tercer banco de inversión de Estados Unidos, Merrill Lynch, será absorbido por el Bank of America por unos 50.000 millones de dólares en acciones.
Ambas noticias sembraron el pánico en las bolsas del mundo, que iniciaron la semana con estrepitosas caídas, mientras los bancos centrales y autoridades financieras manifiestan su disposición para intervenir en favor de la estabilización de los mercados. Los efectos se sentían también en la Argentina, donde al mediodía el Merval acumulaba una pérdida de tres puntos.
Los diez mayores grupos bancarios del mundo acordaron entre tanto un paquete de 70.000 millones de dólares de ayuda mutua para afrontar una crisis de liquidez.
El panorama financiero de Wall Street quedó así drásticamente transformado: sólo quedan dos bancos de inversión independientes –Morgan Stanley y Goldman Sachs– contra los cinco que operaban hace apenas seis meses.
La prensa estadounidense anunció entre tanto que el American International Group (AIG), una de las mayores aseguradoras del mundo, es la próxima víctima del drama de Wall Street.
AIG solicitó con carácter de urgencia a la Reserva Federal de Estados Unidos un crédito puente de 40.000 millones de dólares para evitar la amenaza de una rebaja en la calificación de sus activos, según el diario "The New York Times".
Si las agencias calificadoras de riesgo degradaban la nota de AIG, la compañía "tendría sólo entre 48 y 72 horas de vida", según un experto citado por el periódico.