El fin de semana largo afianzó a Rosario como lugar de recepción de turistas para pasar unas minivacaciones aunque, en este caso, no hubo el mismo flujo desde la ciudad hacia fuera.

Ese panorama se desprende de los datos que surgen de dos sectores distintos locales. Por un lado, los hoteles funcionaron casi a pleno, entre un 90 y un 100 por ciento de su capacidad al menos en la franja de los cuatro estrellas.

Tanto el sábado como el domingo se trabajó muy bien en el sector, que ofrece habitaciones doble a un promedio de 300 – 330 pesos, según un relevamiento que realizó el periodista de Radio 2 Javier Trifiró.

Pero los rosarinos no salieron en masa hacia otras localidades. Desde la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno señalaron que se registró un menor movimiento y no hubo necesidad de agregar refuerzos. Sólo Buenos Aires fue un destino requerido, el resto fue prácticamente como un fin de semana normal.