Para el papa Francisco la mejor y más efectiva droga es la oración. Así sostuvo este domingo ante miles de fieles que acudieron al tradicional rezo del Angelus en la Plaza San Pedro, donde representantes de la Iglesia repartieron cajas de “Misericordina”, la receta papal contra todos los males.

Según informó EFE, en cajitas que parecían la de cualquier antibiótico, colaboradores del Vaticano repartieron rosarios. Desde el balcón, con su cajita en la mano, el pontífice argentino hablaba de una medicina especial pero nadie entendía a qué se refería.

“Os quiero aconsejar a todos una medicina, algunos pensarán ´¿ahora el papa es farmacéutico?”, dijo Francisco.