En contacto con Radio 2, Patricia Arce, la hermana de Ezequiel, relató cómo se desarrolló la manifestación pacífica contra la puesta en funcionamiento del local bailable. “Tengo mucho dolor y bronca, la Municipalidad permitió que se abriera este lugar. Nosotros estuvimos allí aunque hubo gente que entró por la puerta de atrás”, relató la mujer, quien en compañía de vecinos y amigos buscaron impedir el ingreso de los jóvenes al boliche.
“Nos quedamos hasta las cuatro de la mañana pero no hubo inspectores como nos dijo que iba a haber (el director de Inspección Municipal Henry Fabro). Sólo había policías”, detalló Patricia y agregó que entre otras irregularidades que advirtieron, los patovicas no estaban identificados como tales y carecían de detectores de metales.
Según contó, lejos de recibir rechazo “mucha gente nos dijo que tengamos fuerza. Nadie nos prepotió”, contó. “El sábado que viene vamos a volver, siempre pacíficamente. Acá mataron a otros chicos, golpearon a muchos también y la gente lo sabe pero muchos tienen miedo”, sostuvo.
La policía, por su parte, desarrolló montó un operativo para prevenir posibles incidentes. A pesar de que los manifestantes quemaron cubiertas en la puerta del local, no hubo ningún inconveniente.