Los fines de semana forman parte del paisaje urbano nocturno. Jóvenes y desgarbados, transeúntes de los mejores años de la vida, los adolescentes suelen copar con su energía boliches y bares que, en teoría y según marca la ley, no pueden venderles bebidas alcohólicas. Sin embargo, la norma no se cumple, tampoco en kioscos o minimarkets y gran parte de los chicos tienen acceso a la cerveza o a cualquier otra botella.

Este viernes, el diario Clarín publicó un informe que indica que el 73 por ciento de los varones y el 63 por ciento de las chicas de entre 15 y 19 años toman bebidas alcohólicas. El estudio realizado por el Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires contiene otro dato aún más significativo: el 95 por ciento de los adolescentes que toma alcohol dice que cuando lo hace "pierde el control sobre su conducta".

Ana Lía Kornblit, la investigadora responsable del estudio, aclaró: "Creo que no es importante saber cuántos jóvenes consumen alcohol, sino qué cantidad toman. No es lo mismo uno que bebe esporádicamente un vaso de cerveza que otro que toma de manera regular. Lo que hace mal es el consumo excesivo".

La encuesta fue realizada entre 2006 y 2007 entre 4.971 chicos que en ese momento cursaban el secundario en 85 escuelas públicas de 21 provincias y la Capital Federal y algunas de las conclusiones de la encuesta que fue presentada durante unas jornadas que organizó la Fundación Aylén son que el 80 por ciento de los adolescentes porteños toma alcohol sólo en fiestas o los fines de semana, que el 3 por ciento de los jóvenes porteños bebe todos los días, que cuando toman, el 73 por ciento de los varones y el 54 por ciento de las chicas consumen más de 3 vasos seguidos de alcohol.

Una conclusión impactante fue que se determinó que el 19 por ciento de los varones y el 13 por ciento de las mujeres perdieron el control tras consumir alcohol durante el último mes.

"Entre los jóvenes ha aumentado especialmente el consumo de cerveza. Y no es que toman un vaso sino que toman hasta perder el control", dijo la investigadora Kornblit y agregó: "Lo otro que es novedoso es la gran cantidad de mujeres que toman alcohol. Esto marca un cambio cultural: antes emborracharse era típico y exclusivo de los varones".

En tanto, en los hospitales porteños atienden cada vez más adolescentes que llegan borrachos. En la guardia del Hospital Fernández, por ejemplo, el año pasado fueron atendidos 289 menores de 20 años, según informó el jefe del Servicio de Toxicología, Carlos Damín. En 2006 la cantidad había sido algo menor, aproximadamente unos 270 jóvenes