El consumo de vino tino podría extender la vida. Un artículo publicado en el diario La Nación asegura que un estudio científico, basado en la administración a ratones de resveratrol, un ingrediente que se encuentra en algunos vinos tintos, llegó a esta conclusión.

De hecho, ya hay científicos que están tomando resveratrol en cápsulas, pero otros piensan que se debe esperar hasta que haya más datos sobre su seguridad y efectividad.

Si bien los científicos serios coquetean desde hace mucho con la idea de elixires que extiendan la vida, ahora se ha abierto la puerta a las drogas que explotan un antiguo mecanismo de supervivencia, que desvía los recursos de nuestro organismo de la fertilidad al mantenimiento.

La mejora en el estado de los tejidos parece extender la vida, al reducir las enfermedades degenerativas del envejecimiento.

Este reflejo puede ser desencadenado por una dieta muy severa, conocida como restricción calórica, que extiende la vida de los roedores en el laboratorio hasta un 30%, pero es demasiado estricta para la mayoría de las personas.

Hace alrededor de 20 años, el doctor Leonard Guarente, del Massachusetts Institute of Technology, mostró que este reflejo puede ser activado por unas proteínas del propio organismo: las sirtuinas.

Un ex estudiante de Guarente, el doctor David Sinclair, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, descubrió en 2003 que las sirtuinas pueden ser activadas por algunos compuestos naturales, como el resveratrol.

El y otros han probado los efectos del resveratrol en ratones, especialmente en dosis mucho más altas que las que tiene el vino tinto.

Uno de los resultados más espectaculares fue obtenido el año pasado por el doctor Johan Auwerx, del Instituto de Genética y Biología Molecular y Celular de Illkirch, Francia.

Es que la prueba mostró que el resveratrol podría convertir a los ratones más sedentarios en atletas.