Las cifras surgen de una investigación a la que tuvo acceso La Nación, realizada por la Asociación para Políticas Públicas (APP) con cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud de la Nación y que se basa en un relevamiento hecho durante ocho años, entre 1997 y 2005.
Con el preocupante índice semanal a la vista, la APP exige en el informe que se obligue por ley el uso de las sillas de seguridad para niños en todo el país, lo que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), reduce el 71% las muertes de bebes en accidentes.
"Los niños de hasta un año son particularmente vulnerables a los accidentes de tránsito, no sólo por su incapacidad de reacción, sino también por la fragilidad de su cuerpo y por el mayor peso relativo que tiene su cabeza, lo que aumenta las probabilidades de lesiones en caso de un golpe brusco", describe el estudio.
Las estadísticas muestran que la cantidad de niños muertos de hasta un año duplica a los fallecidos con edades que van de uno a dos años. La vulnerabilidad de los bebes recién nacidos, que aún no sostienen el cuello, es el mayor factor de riesgo, dicen Diego Fleitas y Alejandra Otamendi, autores del informe.
"La utilización de sillas para niños debería ser obligatoria en todo el país. Esta medida de seguridad es recomendada internacionalmente y ha sido adoptada como obligatoria por la Unión Europea", dice Fleitas.
Según el Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito, sólo en la ciudad de Buenos Aires es obligatorio el uso de sillas para niños. En la ley nacional 24.449, a la que la mayoría de las provincias adhirieron, se establece la obligación de que los menores de diez años viajen en el asiento trasero de los vehículos.