Su vida, marcada por la pobreza y repleta de historias, llegó al cine en 1975, cuando Marilina Ross la interpretó en “La Raulito”, una película que la representaba.
De chica vivió en la calle y pasó por el reformatorio, la cárcel y el manicomio, mientras que en sus últimos días vivía en el asilo, donde, aseguran, era medicada para que no se volviera agresiva y sólo la dejaban salir para ver a Boca en La Bombonera.
“Nadie me hizo de Boca, yo solita ya sabía que esos colores me iban a dar muchísimas alegrías”, dijo algunas vez sobre su fanatismo por el Xeneize.
Los restos de La Raulito serán velada en la sede del club desde este miércoles a las 22.