Museo Urbano: un mural que nace otro que se tapa por el boom de la construcción

A un mes de iniciada la segunda etapa del proyecto "Arte a la Vista" el primer mural pintado en la ciudad, la obra "Retrato" de Antonio Berni, de Sargento Cabral y Sarmiento, está quedando oculta a causa de un edificio que esta creciendo al lado

Consultado acerca de esto Dante Taparelli, impulsor de esta iniciativa señaló que "ese cuadro fue la piedra fundacional del museo urbano, incluso debajo de la obra está la firma de Lili Berni que cede los derechos de toda la obra para las reproducciones en los edificios en el marco del proyecto".

Aunque Taparelli siente una especie de pérdida por esto que ocurre con nada más y nada menos la primera obra pintada en la ciudad, no pierde las esperanzas. El artista cree que "Retrato" podrá reproducirse por lo menos dentro de un año en una medianera aún mayor: la del edificio en construcción. "Calculamos que el edificio que está creciendo al lado tendrá una medianera aún más grande que la actual, y como las casas contiguas son patrimonio histórico si logramos trasladar la obra la perspectiva será aún mayor. Las casas de al lado no serán demolidas nunca y además el cuadro no sólo seguirá en la misma zona sino que estará más cerca de la Fuente de las Utopías (ubicada frente a la Aduana) al trasladarse un poco", explicó.

En tanto, mientras ese cuadro, patrimonio histórico y cultural de la ciudad y la región, tiende a desaparecer ante el boom de la construcción, otros cuadros nuevos van apareciendo en la geografía urbana.

Una pintura de Rubén Valdemir se termina de reproducir por estos días en San Luis entre Sarmiento y la cortada Barón de Mauá. Y los pinceles ya se preparan para ponerle color a una obra de Alfredo Giacaglia que se llama "La poética de Angélica Gorodisher2 ye stará en San Martín y 9 de Julio. Y para Entre Ríos y Mendoza ya se reservó un lugar donde dentro de poco relucirá "La Balza", otro clásico de Berni.

El Museo Urbano propone al espacio público como un escenario del encuentro entre la gente y el arte, reproduciendo a escala gigante la obra de artistas rosarinos consagrados. Las medianeras de los edificios son el soporte de los cuadros y Rosario se transforma en el gran marco que recoge la memoria pictórica de ciudad en un museo inédito al alcance de la mirada de todos."Estamos ganando la batalla de la contaminación visual por eso queremos que los habitantes de los edificios linderos quieran también tener estas obras. Aunque pintarlas es una negociación permanente con empresas y consorcios ya que en su mayoría quieren obras de los artistas más conocidos y nosotros queremos poner todo el patrimonio en circulación", advirtió.

Así, la belleza del trazo de Berni, Schiavoni, Vanzo, Gambartes, Bertolé, Ouvrard, entre otros, trepan las paredes de los edificios, entran en el paisaje urbano y se quedan para formar parte de la vida cotidiana.

"La idea es transformar el entorno, construir nuevas señaléticas instalando la cultura en el espacio público es el gran desafío de este museo urbano, que por sus características integradoras es único en el mundo", contó Taparelli, que también aprovechó para pedirle a los vecinos de la ciudad que se comprometan con el proyecto.