La falta de lluvias en la región preocupa a mucha gente. Desde hace 4 meses que no cae una gota en la zona de Rosario y los vendedores de artículos impermeables y paraguas ya sienten el impacto en las cuentas de los negocios. Y no es para menos: desde que comenzó la época de sequía, las ventas de paraguas cayeron entre el 50 y el 70 por ciento.

“Paraguas directamente no traemos más, no se vendió ninguno desde hace mucho tiempo”, dijo uno de los dueños de un local de artículos de bazar y anexos. En tanto, la situación es peor para Gladys, la dueña de un local del centro dedicado casi exclusivamente a la venta de artículos para atajarse de la lluvia. “”Rogamos que el buen Dios se apiade y mande algo de agua”, dice la mujer sin ocultar la desesperación por tener que mantener un negocio que “se está quedando seco”.

La mujer, detrás del mostrador, mira los paraguas inmóviles en las góndolas y reconoce: “Cada tanto alguno pasa, pero no se vende nada desde hace 3 meses”.

Gladys necesita la lluvia para seguir manteniendo su comercio. “Tenemos muchos gastos, tenemos que mantenernos y sostener a nuestros empleados”, dijo la mujer.

El ingeniero Luis Botta explicó a Canal 3 que la sequía en Rosario es un problema que se viene registrando desde la primavera de 2007 aunque aseguró que las perspectivas para lo que resta de 2008 “son favorables”.