Newell´s debió ganarlo pero pudo perderlo y al final terminó empatando 1-1 con Gimnasia de Jujuy en el Coloso. Después de una hora de asedio casi permanente de la Lepra al arco muy bien defendido por Gastón Pezzutti, un tiro de afuera del área que dio en Juan Arraya abrió la cuenta para la visita a los 24 minutos del complemento. Seis minutos después, apareció Santiago Salcedo para poner la paridad de tiro libre.

La presión desesperada del equipo de Roberto Sensini para doblegar a los de Labruna al final del partido fue similar al arranque arrollador (y con igual resultado: sin éxito).

Después de los minutos iniciales de empuje leproso, el partido se emparejó primero y se ensució después. Tanto que a los 19 de ese primer tiempo Mauricio Sperdutti debió haber sido expulsado por pegarle un cabezazo a Ricardo Gómez, porque éste no “devolvió” un lateral que había sido cedido para que Iván Pillud, caído por un golpe, sea atendido. Rolando Schiavi tampoco fue diplomático: “La c... de tu madre, negro de m...”, le dijo a Ricki, que antes lo había aplaudido irónico.

Ni la reacción del defensor, ni la de Sperdutti fue advertida por el árbitro Abal o por el línea y por eso ambos siguieron en cancha. Esa omisión del juez permitió que el hoy delantero por la derecha de Newell´s despertara al equipo local. A los 29 penetró en el área y sacó un centro que estuvo muy cerca de ser el primero. Al minuto, la Lepra volvió a cargar pero por la izquierda: Vangioni -de lo mejor en la etapa inicial- sacó un remate que tapó Pezzutti.

El arquero del Lobo, que fue una de las figuras del partido, realizó antes del minuto 40 una acción que pintó con claridad el partido: aguantó la pelota para hacer tiempo. Eso fue Gimnasia, un equipo que se dedicó a aguantar, muy metido atrás, pero que tuvo la última del primer tiempo, a los 47, cuando Busse ingresó por la derecha y desperdició un centro que lo había dejado solo.
 
En el complemento, lejos de cambiar, ese escenario se acentuó. La Lepra buscó. Sensini metió a Armani por Bernardi y jugó con tres delanteros. Pero el gol llegó para los jujeños. Lo hizo Arraya, que después perdió dos mano a mano. “Con esos goles que erré nos podríamos haber llevado el triunfo”, dijo autocrítico después.