Por Matías Manna (*)

Sabe a qué juega y eso no es poco. Tal vez sea el principal rol de un entrenador: exhibir su sentir a sus dirigidos y convencerlos para que en conjunto hablen un mismo idioma. Newell´s lo hace. La llegada de Gerardo Martino cambió el ambiente, la confianza y hasta los entrenamientos, momento ideal para que el entrenador reconozca estados y características de los jugadores, conjeture el próximo juego, transmita ideas y cree automatismos y cultura en un equipo.

El entrenador planifica su trabajo durante la semana y hasta algunos logran crear una metodología de entrenamiento, creando un contexto adecuado para que los jugadores desarrollen sus mejores decisiones dentro del plan de juego. Existirán entrenadores que elijan ejercitaciones y tareas relacionadas a crear superioridades desde una salida o en el centro del campo. Y, tal vez más huraños, estarán los que planifiquen mayoritariamente su semana en relación al repliegue. Cada uno con su libreto. Pero todos intentando encontrar el mejor punto de cada jugador y que todos como grupo tengan hábitos en el estilo.

Es ahí donde el trabajo del entrenador se parece al de un artesano. Cuando los fines de semana caminamos por Oroño y el río, la obra del artesano descansa visible sobre una mesa pero esconde las horas de dedicación y trabajo. Y, hay que creer, que en el fútbol pasa algo similar. Mientras algunos se siguen impacientando cuando Guzmán hace su pausa y, tranquilo, se la pasa a un compañero para iniciar el juego desde el fondo, tal vez no perciben que en esa jugada se esconden muchas horas de trabajo y de ejercitación. Allí, descansa la reivindicación del modelo elegido por Martino desde principio del torneo. Si se juega como se entrena, Martino decidió ejercitar la gestación, el control del juego, el pase, la salida, la iniciativa ante un contexto que le marcaba hacer lo contrario.

El trabajo metódico del artesano Gerardo, lo vimos en el partido frente a Arsenal. Si los de Alfaro vienen arriba y presionan la salida, alguien se cerrará más y se saldrá por un lateral. Si el lateral izquierdo contrario no tiene gran juego aéreo, se comenzará con un pase largo por ese sector. Pero no todo sale bien. Los contrarios también hacen su juego. Sino, no se entenderían las reiteradas faltas que hizo Newell´s en el borde de su área ante el mejor equipo de Argentina en ejecutar “pelotas detenidas”.