Por Matías Manna (*)
"Newell´s aburrió a todos". "En una temporada en la que caminará por la cornisa, debería saberlo: jugando así, se puede caer". Leída hoy, la crónica del primer partido del equipo de Gerardo Martino en este torneo (0 a 0 frente a Independiente), parece ridícula. En ese momento, la mayoría de los medios (elegimos Clarín al azar) recordaba, a 38 fechas del final, que el conjunto leproso corría serios riesgos de descender. Mejor crear pánico y no hablar del juego. Deberíamos regalar el video de ese partido a entrenadores de fútbol para ver si se aburren viendo a su equipo dominando el partido en campo contrario y creando situaciones de gol.
Así, empezó el torneo Newell´s. A no olvidarlo. El contexto estaba pendiente para confirmar algo que era muy probable, mirar la tabla del promedio. Todo se solucionó a través del juego. Con la pelota todo se ordena. Hasta los rivales, que en su mayoría eligieron entregarle la iniciativa a los rojinegros. Guzmán saca en corto para uno de sus defensores, Vergini para Bernardi (interacción más dada a lo largo del torneo), laterales bien arriba y abiertos, Pérez pidiéndola a espaldas del doble cinco rival, Scocco preparando el cuchillo porque casi siempre la pelota le llegó limpia y así aumentan las chances de un goleador.
Eso fue Newell´s y ese fue el camino seleccionado. La estructura que debe ser identidad del club. Repitirse una y otra vez, en todas las categorías del fútbol como están intentando plasmar. El artesano y su obra, reconocida por todos.
Existen centrodelanteros que prefieren aislarse de la jugada. No participan. El juego en una orilla y ellos en otra, esperando. Hay equipos que también deciden separar mucho las tres líneas (defensa, mediocampo y delantera) y ahí la ecuación es sencilla: defensores que no juegan (sólo pelotazos), mediocampistas sin participación y delanteros que se la juegan frente a una defensa rival con superioridad numérica. Si todo esto es el día, Scocco y Newell´s son la noche. Se sitúan al otro extremo. Líneas juntas, defensores jugando, mediocampo asociativo y delanteros integrados al mecanismo de juego. Gracias al contexto que creó el equipo, Scocco fue goleador. Y no al revés.