Si en una época permanecer soltera o soltero era problemático y blanco de las miradas más críticas, hoy tiene un valor: la independencia. La palabra “solterón” está en desuso y en cambio, el “single” aparece como una persona dedica a su trabajo y su mundo privado, con deseos diferentes y muy alejados a la figura familiar. En Argentina, la tendencia fue confirmada por un estudio que reveló que la mitad de la población carece de vínculos sólidos con otras personas. La soltería pisa fuerte.

De acuerdo a lo publicado por el diario El Cronista, un relevamiento realizado por la central de medios EPM reveló que en la Argentina hay un 55% de personas sin compromiso sentimental alguno. El relevamiento, realizado en centros altamente urbanizados de todo el país, tiene una segmentación etaria: el 60% de las personas que se encuentran casadas o en pareja tiene entre 35 y 64 años, mientras que entre los que están sin pareja, casi el 62% posee entre 15 y 34 años.

Un reflejo de la media general palpita en la ciudad de Buenos Aires, donde la mitad de sus habitantes está sin pareja. Este dato fue confirmado por el Departamento de Análisis Demográfico de la ciudad, que señaló que en la actualidad hay un 49,9% de personas que viven solas, sin parejas convivientes. En 1980 ese conjunto representaba el 26,5% de la población capitalina.

Cómo son y cómo se divierten soleteros y casados

El estudio de EPM revela que los que no tienen pareja se muestran más emprendedores, son personas inquietas, aventureras, a las que les gustan los cambios y que disfrutarían mucho de viajar al exterior. Por contrapartida, las personas casadas o en pareja, disfrutan del tiempo que pasan con la familia. Son muy hogareños e incluso siempre están buscando la manera de mejorar la casa. Le dan un lugar de vital importancia a la cocina, el trabajo y su estabilidad. Para muchos dentro de este grupo, la fe tiene una gran relevancia.

En cuanto a actividades recreativas, los que no poseen pareja muestran mayor afinidad por salir a bailar o a tomar algo, practicar algún deporte o tomar clases de alguna disciplina artística. El entretenimiento de los que fueron cazados por la flecha de Cupido pasa por pasatiempos como jardinería y paisajismo, crucigramas, ir a museos o decorar el hogar.