“No creo que Duhalde esté detrás de ningún golpe de Estado”, aseguró el ex presidente Néstor Kirchner, quien este martes ofreció una inédita conferencia de prensa en la que no solo realizó una férrea defensa de su gestión y de la actual administración sino que además contestó preguntas de la prensa, algo que jamás hizo durante su gobierno. De esta manera, aunque admitió sus diferencias con quien en algún momento fue aliado, el presidente del Partido Justicialista echó por tierra la hipótesis planteada ayer por Luis D´Elía.

Kirchner confirmó en su discurso la convocatoria para el acto de mañana en la Plaza de Mayo, programado para las 15. Aclaró que “no es un acto contra nadie” sino “en defensa del sistema democrático”. Al respecto, negó que existan fisuras en el partido que dirige. “No hay un solo dirigente que me haya llamado para suspender el acto”, señaló. Por otra parte, evaluó que el masivo cacerolazo de ayer en todo el país "no fue espontáneo".

El ex presidente arremetió duramente contra el campo: “No nos dejaremos extorsionar”, anticipó. Puntualmente, sobre las retenciones, argumentó que “lo que ha hecho la presidenta es jugarse por lo que menos tienen”y que "se está defendiendo la mesa de los argentinos". En este marco, sostuvo que en el PJ “somos soldados que la acompañamos”. Aunque aclaró: “Nuestra voluntad esta siempre abierta al diálogo”.

Sobre el episodio del sábado en Gualeguaychú, consideró: “Ni se lo tocó al señor De Angelis, no se reprimió a nadie”. Al respecto planteó que, dadas su experiencias en el pasado: "Sabemos lo que es sufrir la represión en serio".

El máximo líder del PJ volvió a ligar a los ruralistas con el pasado más oscuro del país. “Los sectores ligados a la represion estan dando logistica” a los actos impulsados por los ruralistas, aseguró. “No perdonan nuestra politica de derechos humanos”, argumentó, aunque luego en otro tramo del discurso aseguró estar esperanzado con la posibilidad de que “nazca una nueva derecha” ("no esta vieja derecha golpista desestabilizadora") para que se genere “un debate sobre el modelo y el país que se quiere”.

Pero Kirchner también aprovechó su discurso para fustigar duramente a los medios, en particular a grandes empresas como La Nación y Clarín. “Hay un intento mediático de desgastar a la presidenta”, denunció. Y pidió "que se termine la hipocrecía, el doble discurso" y que "se recupere la ecuanimidad".