En su participación en el Primer Congreso sobre "Léxico e Interculturalidad", desarrollado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), el académico Pedro Luis Barcia, no demonizó las tecnologías de la comunicación e instó a los docentes a incorporarlas a sus clases.

"No hay que temerles a las abreviaturas y a las formas codificadas que tienen los chicos para comunicarse por el chat o el celular; son expresiones de las tribus electrónicas, con ellas no corre peligro la corrección del idioma, porque no hay uniformidad, y por lo tanto no hay universalidad; y si no hay universalidad no hay cambios en el idioma", aseguró. Sostuvo que el hablante "lleva la competencia al medio electrónico", y que de esa competencia debe hacerse cargo la educación, la escuela. "La lengua -advirtió- es el cemento curricular para la escuela y es también el cemento social en el tejido conjuntivo que une a la sociedad".

Flamante Doctor Honoris Causa de la UNT, Barcia opinó que el celular "no tiene por qué ser el león que come la vida de los muchachos". "Por el contrario- afirmó- puede ser un excelente ayudante de cátedra". Barcia explicó que en sus clases obliga a sus alumnos a escribir palabras completas dentro de los 160 espacios que tiene la pantalla del celular. Así, trata de que entiendan que la concisión, la claridad y la corrección son valores importantes en la comunicación.

Recordó, además, que el objetivo de las academias es mantener vivo el lenguaje y estimular el uso correcto del idioma. "No estamos defendiendo el lenguaje arbitrario o exquisito, sino aquel que define al buen periodista, a un profesor o a un académico, y también al ciudadano que quiere hacerse entender", aclaró.


"En la medida en que una lengua es clara, evita que los políticos les digan a los periodistas que no dijeron lo que dijeron, sino que quisieron decir otra cosa", ejemplificó. "La lengua no debe ser sólo preocupación del profesor de lengua sino de toda persona que tiene necesidad de comunicarse", agregó.

Con relación al uso de anglicismos y de palabras inglesas, Barcia confesó que prefiere reemplazarlos por una palabra española. Además, dijo que opta siempre por la bastardilla en los casos en los que no hay reemplazo posible, como pasa con el término software. "Lo mantenemos en inglés, pero en bastardilla, lo que nos indica que esa palabra es una hija no natural de nuestro idioma", explicó.

Fuente: La Gaceta de Tucumán