La concejala del PRO Laura Weskamp denunció este jueves que, a pesar de los pedidos de informes elevados al Ejecutivo el año pasado, continúan las irregularidades en el cementerio La Piedad “tanto en la atención como en el procedimiento del crematorio”.

“Volvemos a insistir con este pedido de informe porque en una nueva recorrida realizada por el cementerio La Piedad descubrimos que las condiciones de deterioro han empeorado desde diciembre a hoy”, dijo este jueves la concejala.

La edila describió que en el lugar hay nichos y bóvedas rotas, cajones y osamentas a la vista, robo de crucifijos, placas y floreros, basura sobre las tumbas, entre otras “imágenes indescriptibles”.

“Es desolador el cuadro que ofrece el lugar donde descansan los restos de nuestros seres queridos y por el que pagamos una tasa de mantenimiento”, expresó Weskamp.

Además, señaló que en la zona cercana al crematorio de la necrópolis, “hay contenedores abiertos y a la intemperie en donde se arrojan las chapas y restos de huesos que no llegan a desintegrarse en el horno”.

La concejala recordó que en diciembre de 2011 se aprobó un proyecto que solicitaba al Ejecutivo detalles sobre la cantidad de personal afectado a las labores del crematorio, su capacitación y condiciones de trabajo. Además, se pedía información acerca de las características técnicas del horno existente y de los dos nuevos hornos adquiridos. También pretendía conocerse también sus costos y la fecha en la cual se estimaba serían puestos en funcionamiento.

Por otra parte, se exigía saber qué cantidad de cremaciones habían sido realizadas en los últimos cinco años y cuánto se había percibido por esa prestación.

Weskamp solicitó también al Ejecutivo una descripción del proceso de cremación de cadáveres, desde su recepción hasta la entrega de las cenizas a los deudos, y el destino final de los ataúdes de madera, las cajas metálicas y el resto de los materiales reciclables.

“Es necesario que el servicio de atención sea de excelencia y que los empleados estén capacitados para tratar con vecinos que acaban de perder a un ser querido. Cuando las personas llegan allí se encuentran atravesando un duro momento que muchas veces no les permite reflexionar sobre algunos procedimientos extraños llevados a cabo en el crematorio. Por ejemplo, la imposibilidad de presenciar el acto de cremación, el destino de los ataúdes, o la modalidad para identificar cadáveres y cenizas”, señaló la edila.