La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unindos (FDA) autorizó el uso del primer fármaco perteneciente a una nueva clase de antirretrovirales llamados inhibidores de la integrasa, que actúa inhibiendo la inserción del ADN del VIH en el ADN humano, lo que limita la habilidad del virus para replicar e infectar nuevas células.