Al menos 19 personas, entre ellas cuatro soldados y diez presuntos combatientes islamistas, murieron el sábado en la ola de violencia que afecta a Pakistán desde hace un mes, indicaron fuentes oficiales.

Según las autoridades, un grupo de islamistas atacó a los militares en la región tribal del noroeste fronteriza con Afganistán.

A unos 50 km al norte, en la ciudad de Parachinar, por lo menos cinco civiles murieron y otras 20 personas resultaron heridas en un atentado suicida con coche bomba.

El kamikaze precipitó su coche repleto de explosivos contra un grupo de vehículos estacionados al borde de la carretera principal.

La bomba explotó en una estación de taxis de esta ciudad situada unos 240 km al oeste de Islamabad, aseguró a la AFP Mujtaba Asghar, un funcionario de la administración local.

Pakistán sufre una ola de atentados que alcanzó dimensiones inéditas desde el sangriento asalto los días 10 y 11 de julio a la Mezquita Roja de Islamabad, donde un centenar de personas murieron, en especial militantes islamistas que se atrincheraron allí fuertemente armados.

En total, desde el episodio de la mezquita han perdido la vida más de 230 personas por la violencia, y se registraron hasta 13 atentados suicidas.