Daniela no lo podía creer cuando volvió de un casamiento y se encontró con un abrupto fin de fiesta: es que le había vaciado la casa.
Daniela, como otros vecinos, ya había sufrido varios robos en la vía pública y el escruche colmó su paciencia. “Vinieron los de la seccional séptima, revisaron un poco y dijeron que teníamos que esperar a Rastros. Aún estamos esperando”, dijo en diálogo con el programa Diez puntos, de Radio 2.
La mujer contó que frente a la situación ayer se realizó una reunión de vecinos en las que decidieron tomar medidas por su cuenta para frenar la ola de robos. “Así no se puede vivir”, afirmó.