El delantero jujeño volvió a River aunque no integró la delegación que disputa actualmente en Corea del Sur la Copa de la Paz sino que permaneció en Buenos Aires.
Ortega debió intensificar su lucha contra la adicción, ya que el tratamiento ambulatorio que había realizado anteriormente no había dado los resultados esperados.
Por lo tanto, y a pedido del entrenador Daniel Passarella, el futbolista se internó en una clínica especializada en Santiago de Chile.