Sebastían el Loco Abreu lo hizo de nuevo y justificó su apodo. Como aquella definición en el Mundial, cuando Uruguay superó por penales a Ghana, el delantero ahora picó dos veces un tiro desde los once pasos en su club de Brasil, Botafogo.

No sólo picó dos veces, sino que Abreu falló el primero y pese a la presión y a la derrota parcial ante Fluminense, insistió con ese método osado, y al final le dio resultado. En el segundo intento puso el encuentro 2-2 y su equipo terminó dando vuelta el resultado.

En el primer penal -que le cometieron al ex River a los 6 minutos del complemento y el mismo ejecutó-, la picó al centro pero el arquero Diego Cavalieri, que debe haber visto algún que otro video o ya conoce la fama del uruguayo, se quedó parado y atrapó sin esfuerzo la pelota. El encuentro estaba 2-1 para el Flu.

Pero Abreu tendría su revancha minutos más tarde. El partido seguía 2-1 para Fluminense y ya había errado un penal. Sólo un loco se animaría picarla. Y así fue.

 Después del partido el delantero explicó, en un portugués rioplantense, quién es el Loco Abreu: 

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