Se veía venir. La posibilidad para Pablo Vázquez estaba al caer. En cada semana de entrenamiento desde la llegada de Caruso Lombardi a la dirección técnica de la Lepra y en estos dos últimos partidos que significaron su debut en la máxima categoría ingresando desde el banco, Vázquez obligó al DT a poner atención a su juego, a sus ganas de estar entre los once. Y sus goles, claro; como los dos que convirtió en la práctica de fútbol de este miércoles, el combustible que pone en marcha su motor.

Vázquez llegó a Newell’s de la mano del ex entrenador rojinegro Pablo Marini, en junio de este año. Pomelo lo había dirigido en Argentino y lo rescató del ostracismo que estaba viviendo en Villa Mitre de Bahía Blanca. Pero las cosas no salieron como el delantero esperaba y luego de hacer la pretemporada en Miramar con el plantel profesional, fue bajado a división reserva. Después llegó Caruso, técnico con una debilidad especial por los futbolistas forjados en las categorías de ascenso, y la carrera de Vázquez volvió a dar un giro positivo.

“Estoy muy contento y orgulloso porque uno siempre labura para estar entre los once o al menos entre los concentrados. Espero haber conformado al técnico en esta práctica y tener la posibilidad de estar de entrada con Olimpo”, se entusiasmó Vázquez en la charla con los medios, luego del entrenamiento que lo tuvo como artillero exclusivo del equipo de los titulares con dos tantos señalados.

“Las últimas tres o cuatro semanas me estoy sintiendo muy bien, sobre todo físicamente”, expuso el atacante como argumento de su escalada en el plantel leproso. También hubo una referencia hacia su condición de jugador formado en las categorías de ascenso: “Yo siempre jugué en el ascenso y la adaptación a primera cuesta un poco, se nota la diferencia. Pero hasta ahora, cuando me tocó entrar creo que cumplí, lo que pasa es que en primera no te podés equivocar porque te lo hacen pagar”, explicó Vázquez.

El primer día como técnico de Caruso Lombardi en Bella Vista, se hizo un tiempito para cruzarse hasta donde estaba entrenando la reserva para dialogar un rato con el ex goleador del Salaíto y el Charrúa. Ese fue el primer indicio del resurgimiento de Pablo Vázquez como jugador a tener en cuenta para el primer equipo. “La llegada de Caruso fue importante porque yo no era muy tenido en cuenta y él volvió a subirme a primera. Después me hizo debutar con Gimnasia y eso un jugador no se lo puede olvidar nunca”, confió el delantero nacido en Rosario hace 25 años.

Si el entrenador implementa en Bahía Blanca el sábado lo mismo que probó en el entrenamiento, Vázquez hará dupla con el paraguayo Salcedo, dos futbolistas de similares características. “Si bien los dos somos jugadores de área, hoy no tuvimos problemas para movernos por todo el frente de ataque. A mí me gusta ir de punta, pero me la rebusco también para llegar por afuera y mandar algún centro”, contó el delantero.

Por último, Vázquez habló de su condición de goleador trasladada a las características del próximo encuentro ante Olimpo, en el Carminatti: “Acá lo importante es traerse los tres puntos de Bahía Blanca, pero yo vivo de los goles y voy a hacer lo imposible por convertir. Es una cancha chica y a mí me gusta jugar con más espacios, pero también te da la posibilidad de llegar más fácil al arco contrario”.