Lejos de cerrar sus puertas durante el verano, el colegio ubicado en el cruce de las calles Hudson y Perito Moreno de Pérez, se mantuvo abierto para recibir la ayuda de los padres de los alumnos y de los militantes de la Agrupación 16 de Abril que se dedicaron los últimos meses a cambiarle la cara a la escuela.
Las tareas fueron pintura de paredes y aperturas, refacción de techos y galerías, reparación de escenario central y el mástil. El material de trabajo utilizado fue donado por los recolectores rosarinos.
“Pusimos en condiciones las escuela mas grande de la provincia para que este en forma en el ciclo lectivo”, celebró Carlos Cardozo, un vecino de Cabin 9.