Para Kirchner, lo sucedido en San Vicente "no fue casualidad"

El presidente, que había preferido no hablar de los incidentes que se produjeron durante el traslado del cadáver de Perón, evaluó que lo que se busca es "frenar el cambio": Solá, por su parte, se comprometió a identificar "a cada uno de los violentos"

“Me interesa estar juntos a ustedes a gobernar y no vine a tener miedo, viene a ponerme en frente de esta pueblo”, aseguró el mandatario, ante una multitud que lo vivó en varias oportunidades. Kirchner sostuvo que "está haciendo una Argentina distinta" y pidió a la gente que lo ayude porque "está visto con lo que pasó ayer (por el martes) que solo no puedo".

"Estamos haciendo una Argentina distinta, está visto con lo que pasó ayer que solo no puedo, les ruego que me acompañen", exclamó el presidente Kirchner. "Yo les pido que me ayuden, que me cuiden y que me ayuden a corregir los errores", agregó el mandatario.

Previamente, en el mismo atril, el gobernador bonaerense Felipe Solá también había hablado sobre lo ocurrido. Y fue más lejos: se comprometió a identificar, con la ayuda del Presidente, "a cada uno de los violentos" que actuaron. "Estos patoteros tienen plata, armas, celulares, son los ñoquis. Es la Argentina republicana o es la patota”, evaluó el mandatario. "Basta de patoteros", remarcó.

Esta mañana, Kirchner había participado de un acto en la Casa Rosada en el que evitó hacer referencias a los graves incidentes de San Vicente. El atril, ese atril desde el que el presidente suele pontificar contra los periodistas, la oposición, los empresarios, la Iglesia, o cualquiera sea el enemigo funcional del momento, esta mañana pareció el escenario de otro país, de otra Casa de Gobierno. En el acto por el lanzamiento de la autopista Pilar-Pergamino, Kirchner hizo como si no hubiese pasado nada. Habló de la obra, agracedió a los empresarios, llamó a seguir adelante para apuntalar la reactivación.