No, el intendente Miguel Lifschitz no cree que los piquetes que se suceden desde la tormenta que tantos daños causó en Rosario tengan que ver con un plan orquestado desde el PJ o el gobierno nacional para complicar la gobernabilidad en la ciudad y la provincia, como sugieren algunas cadenas de mails que hablan de activistas del Gran Buenos Aires operando en la zona.
Para el jefe comunal, sólo se trata de “grupos políticos minoritarios con posturas extremas” que ven en el piquete la posibilidad de “obtener un rédito”. “No hemos detectado la actuación de gente de afuera”, le dijo al periodista Luis Novaresio en el programa Diez puntos, de Radio 2.
El intendente insistió en que la Municipalidad ya atendió la emergencia que generó la tormenta y dijo que si se producen nuevos piquetes ya no hay espacio para otra cosa que la actuación “de la policía y la Justicia para liberar el tránsito y evitar acciones violentas que produzcan daño a personas o a edificios”. “Es un tema de la seguridad y la Justicia”, enfatizó.
Lifschitz dijo que “cuando reclamo con asidero se atiende” y que “si hay algún tema pendiente no hace falta cortar la calle o quemar gomas”, porque en la Municipalidad “se lo va a atender”.
Además, el jefe comunal se manifestó conforme con la reunión que mantuvo este lunes con concejales de todos los bloques y auguró que este será un año en el que, más allá de las elecciones, bajará el nivel de confrontación entre el oficialismo y la oposición.