El nombre de la flamante Presidenta quedó en boca del fiscal federal adjunto, Tom Mulvihill, en una audiencia que se desarrolló ayer. Dijo que los dólares eran para ayudar “a la campaña de Cristina Kirchner”.
De la investigación resulta claro que tan sensible era el entuerto desatado con aquella maleta, que dos ex socios de Antonini, Carlos Kauffmann y Franklin Durán, lo amenazaron: “Tus hijas están en riesgo”. Le advirtieron, además, que autoridades de la Argentina y de Venezuela le harían juicio si decía que los fondos decomisados no le pertenecían. La conversación tuvo lugar en el restaurante Las Olas (Miami), detalló Mulvihill.
En la presentación escrita que hizo el FBI también se alude a Cristina Kirchner y a su campaña como los eventuales receptores de esos fondos. Y al gobierno argentino como el aparente interesado, y también partícipe, en el encubrimiento del caso.
Incluso, se relata una reunión celebrada el 27 de agosto en Florida, mientras la entonces candidata presidencial se imponía con comodidad en todas las encuestas. Uno de los socios de Antonini, Franklin Durán, le dijo entonces al "valijero": "La revelación del motivo y del receptor del dinero decomisado podría resultar en la pérdida de las elecciones".