El diputado nacional Carlos Comi solicitó que la telefonía celular e Internet sea declarada servicio público. De este modo presentó un proyecto de su autoría para que el Estado controle más exhaustivamente a las empresas prestadoras de un servicio hoy deficiente ante la saturación de las redes por la gran cantidad de aparatos en circulación. Lo propio ha hecho en más de una ocasión, y sin resultados, el senador nacional Rubén Giustiniani e incluso el Concejo rosarino.

Recibir una llamada, enviar un mensaje de texto o conectarse por Internet se ha convertido hoy en día en una odisea. Una investigación de Clarín reveló que actualmente existen 40 millones de líneas celulares en uso en la Argentina y que pese, a que el radioespectro no es suficiente para cubrirlas a todas no existen indicios por parte de las grandes telefónicas –Movistar, Personal y Claro– de invertir en antenas.