Pero la idea no es limitar este plan de “adopción responsable” de mascotas a los hogares de ancianos, sino extenderlo a “todas las instituciones donde haya necesidades de tipo afectivo”, dijo Alejandro Larriera, director de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a Radio 2.
Larriera dijo que en realidad hay una doble necesidad: por un lado de las instituciones, y por otro lado de su dependencia, que recibe los animales decomisados en los operativos de tráfico de fauna y quiere buscar un destino que sea más digno que “una jaula de por vida”.
¿Por qué loros? Porque se trata de animales ya amansados, que no podrían adaptarse nuevamente a la vida salvaje como pasa con otras especies, como aves y yacarés, que “se devuelven a la naturaleza”.