La iniciativa, del diputado Enrique Marín, intenta tratar la adicción al juego en Santa Fe. Según el legislador, el Estado “no puede estar ausente en la formación de políticas destinadas a controlar las adicciones” y propone que “el Ministerio de Salud deberá impulsar cursos de capacitación, y actualización, referidos a la problemática del tratamiento de la ludopatía, y destinados a los profesionales del sistema hospitalario”.
Los puntos establecidos están relacionados con el cobro de una entrada mínima, la creación de un fondo que administrará el Ministerio de Salud para que un equipo de profesionales esté en forma permanente en los hospitales públicos para que atiendan a ludópatas y la prohibición de cajeros automáticos en la zona donde funcionan casinos y bingo.
En concreto, en cuanto al cobro de entrada plantea que se deba abonar una suma de dinero equivalente a un litro de nafta común, y que esos fondos se destinen al Ministerio de Salud para fomentar el tratamiento de la adicción.
Sobre la prohibición de instalar cajeros automáticos en la zona de los casinos o los bingos, Marín precisó que deberían estar a no menos de 100 metros.
Actualmente, la provincia cuenta con casinos en la ciudad de Santa Fe y en Melincué –y bingos en algunas otras localidades–, mientras que en Rosario se espera inaugurar el complejo de juegos en septiembre del año que viene.