Más allá del paisaje, la brisa y el sol, en las ramblas Catalunia I y II, no reina la paz ni el descanso. Mientras sube la temperatura y el calor obliga a los bañistas a zambullirse en el río y a beber con desesperación refrescos y gaseosas, muchos otros se dedican a tomar alcohol y con esto empiezan los problemas. La situación fue denunciada por los propios guardavidas del lugar que, según manifestaron, están cansados de los robos y las peleas. A pesar de que el consumo de este tipo de bebidas quedó prohibida por un decreto municipal, al parecer, los controles no son suficientes. Por su parte, la Muncipalidad admitió la irregularidad y aseguró que se van a incrementar los patrullajes policiales así como también, la presencia de la Guardia Urbana Municipal (GUM).

Sergio Nani es guardavida en la llamada playa pública de Rosario. De acuerdo a lo que relató por Radio 2, el operativo lanzado en conjunto entre la Municipalidad de Rosario, Prefectura y la GUM funciona pero la seguridad se ve afectada en la orilla y en la arena donde ninguna de las reparticiones tiene presencia. “La gente recurre a nosotros porque les roban, hay peleas porque toman alcohol y nosotros no tenemos soluciones para darles”, se quejó. Al parecer, en la calle y en el río, la policía y los prefectos ponen orden pero la arena, es tierra de nadie.

Consultado al respecto por el programa Tempranísimo (Radio2), el secretario de Gobierno municipal Horacio Ghirardi, admitió la situación y aseguró un refuerzo en los controles: “El planteo que hacen los guardavidas tiene fundamento, sobretodo durante la semana donde la alta temperatura ha juntado mucha gente en la costa y hay que reforzar el patrullaje en el sector de la arena”.