Cientos de incendios sin control asuelan la región del norte de California, que sufre la primera gran ola de calor del año y que ha alcanzado temperaturas de hasta 43 grados en las últimas horas.

Según cifras publicadas por el Departamento de Silvicultura y Protección de Fuegos de California, los fuegos amenazan hasta 45.500 hectáreas de terreno, extremadamente seco debido a la escasez de lluvias, y acechan a unas 5.500 residencias de la zona.

El gobernador californiano, Arnold Schwarzenegger, declaró el estado de sequía el pasado 4 de junio. El mayor de los incendios tiene lugar en la localidad de Indians Fire, cerca de Monterrey, al sur de San Francisco, donde las llamas han arrasado 23.125 hectáreas y han puesto en peligro unos 1.000 hogares.

Ese incendio estaba controlado en un 58 por ciento a las 8 de la mañana. Otros focos de atención se encuentran en Nuevo México, donde las llamas han consumido más de 17.000 hectáreas de matorrales y arbustos en un incendio que se originó en el Parque Nacional Lincoln, y en el condado de Mendocino, en el que 525 hogares fueron rodeados por 90 fuegos que han acabado con 3.088 hectáreas.

Cinco de esas casas han sido completamente destruidas. Los incendios han destrozado 175 viviendas en el Norte de California en lo que va de año. Los primeros fuegos comenzaron a mediados de mayo.

El estado de California es uno de los principales focos de incendios en EE.UU. debido a su clima árido y a los vientos de Santa Ana, que en el pasado mes de octubre provocaron una de las peores situaciones que se recuerdan en la región, con ocho muertos, 2.000 viviendas destruidas y 640.000 personas desalojadas.

Fuente: EFE.