Mientras ni el campo –que ya lleva 13 días de paro contra el aumento de las retenciones– ni el gobierno nacional parecen dispuestos a ceder, el ministro de la Producción de Santa Fe, Juan José Bertero, pidió a la presidenta Cristina Kirchner que convoque a una mesa de diálogo en la que la provincia quiere ser parte, pero no mediadora.
Bertero, en diàlogo con el periodista Luis Novaresio, de Radio 2, admitió que tuvo contactos informales con el gobierno nacional y que allí pidió que sea la administración kirchnerista la que dé el primer paso para reconstruir un diàlogo quebrado.
"Nosotros queremos estar sentados como parte integrante de esa mesa. El tema del campo es un eje económico que para Santa Fe no es lateral", afirmó. Y deslizó una crítica al gobierno nacional al señalar que fue un error tomar unilateralmente la decisión aplicar las retenciones móviles sin hacer consultas antes a los territorios más afectados.
El paro sigue firme
Lejos de amilanarlos, la intervención de los camioneros, que organizaron contrapiquetes en algunas provincias, avivó aún más la bronca del campo, que entró a su día 13 de paro con más firmeza que al principio.
Son cientos los cortes de ruta en todo el país, y en varias zonas, incluida Rosario, se siente el desabastecimiento de productos, fundamentalmente carnes, y también se esperaba que hoy se empiece a notar falta de leche.
Es que no hay caso: los camiones no pueden pasar los piquetes de los chacareros, que insisten que no aceptan diálogar con el gobierno si no se retrotrae la situación al 11 de marzo, fecha en la que el ministro de Economía, Martín Lousteau, anunció el nuevo régimen de retenciones móviles a las exportaciones agropecuarias.
En la provincia son varios los cortes de rutas en todos los caminos importantes. En Rufino, por ejemplo, los productores directamente levantaron un terraplén en el kilómetro 430 de la ruta 7, al oeste de Rufino. Una muralla de tierra, piedra, fierros viejos, maquinaria agrícola en desuso, que bloquea el tránsito de todo tipo de vehículos en una traza vital porque conecta la región con la ciudad de Buenos Aires y también con Mendoza.
En Entre Ríos, en tanto, donde se vivieron los momentos de mayor tensión con los camioneros de Hugo Moyano, había miles de camiones varados en la zona de Gualeguaychú y Gendarmería intervino para que se permitiera el paso de una enorme fila de colectivos y autos que saturó la ruta 14.
Mientras, el Poder Ejecutivo está decidido a levantar la apuesta y aplicar la ley de abastecimiento, que le permitiría decomisar alimentos e, incluso, detener a los principales dirigentes de la revuelta rural. La medida se adoptará en las próximas 48 o 72 horas, cuando, se calcula, la situación haya llegado a su punto máximo de deterioro y el faltante en las góndolas invierta el curso de la corriente de comprensión que la población parece demostrar por la protesta de los productores agropecuarios.
Ayer, mientras la presidenta Cristina Fernández y su esposo optaban por continuar en silencio y a distancia del conflicto, la represión desatada por la gendarmería sobre los ruralistas que intentaban cortar el acceso al túnel subfluvial dejó a las claras que en el escenario oficial no figura la posibilidad de un acuerdo que eche sombras sobre su poder hegemónico.