Por primera vez se ha logrado transferir un recuerdo entre dos seres vivos, en este caso de un caracol marino a otro, creando una memoria artificial mediante la inyección de ácido ribonucleico (ARN).

La investigación estuvo a cargo de biólogos de la Universidad de California-Los Angeles (UCLA) y fue publicada en la revista en línea de la Society for Neuroscience y reproducida por 20 Minutos.

El ARN ha sido ampliamente conocido como el 'mensajero' celular que fabrica proteínas y ahora se entiende que tiene otras funciones importantes además de la codificación de proteínas, incluida la regulación de una variedad de procesos celulares implicados en el desarrollo y la enfermedad.

A esta conclusión los investigadores llevaron luego de aplicar leves descargas eléctricas a las colas de una especie de caracol marino llamado 'Aplysia', los cuales mejoraron el reflejo defensivo de retirada del caracol, una respuesta que muestra para protegerse de posibles daños.

Cuando los investigadores tocaron los caracoles, encontraron que aquellos a los que se les había administrado los amortiguadores mostraban una contracción defensiva que duraba un promedio de 50 segundos, un tipo simple de aprendizaje conocido como "sensibilización". Aquellos a los que no se les había administrado los amortiguadores se contrajeron durante solo un segundo.

Los científicos extrajeron el ARN del sistema nervioso de los caracoles marinos que recibieron los choques de la cola, y también de los caracoles marinos que no recibieron ningún impacto. Luego, el ARN del primer grupo (sensibilizado) se inyectó en siete caracoles marinos que no habían recibido ningún choque, y el ARN del segundo grupo se inyectó en un grupo control de otros siete caracoles que tampoco habían recibido ningún choque.

Sorprendentemente, descubrieron que los siete que recibieron el ARN de los caracoles a los que se aplicaron los amortiguadores se comportaron como si ellos mismos hubieran recibido los golpes de cola: exhibieron una contracción defensiva que duró un promedio de aproximadamente 40 segundos. Por su parte, el grupo de control de caracoles no mostró la contracción prolongada.

"Es como si transfiriéramos la memoria", señaló el profesor de Biología y Fisiología Integradas y de Neurobiología de la UCLA David Glanzman, también autor principal del estudio y miembro del Instituto de Investigación Cerebral de la Universidad.

Según indicó Glanzman, es posible que en el futuro el ARN se pueda utilizar para despertar y restablecer recuerdos que han estado inactivos en las primeras etapas de la enfermedad del Alzheimer o por trastornos de estrés postraumático.