Convencida que “prevenir es mejor que curar”, Andrea, la dueña de De Rosario Hogar decidió anticiparse a los hechos y unos días atrás –según informó el periodista Fernando Carrafiello (Radio 2)– alquiló una cisterna para proteger su negocio. Aunque jamás sufrió un saqueo, temía que se reeditara el aluvión de robos violentos con la llegada de las fiestas.
Sin embargo, la cisterna no era la primera opción de Andrea que, en realidad, había ido a un corralón en busca de un volquete. Como éstos ya estaban agotados –aparentemente la mujer no fue la única que tomó recaudos–, le ofrecieron el tanque que permanecerá inamovible frente a la vidriera hasta el 2 de enero, cuando se venza su alquiler.
Con seis metros de largo y poco más de uno de alto, para ubicar la cisterna se requirió de la ayuda de una grúa. Sólo se puede ingresar al local a través de una pequeña puerta que, ante cualquier amenaza puede ser a su vez bloqueada desde adentro. El objetivo de Andrea era evitar el robo “estilo piraña”.