Más de mil policías, un operativo comparable al de un clásico. Dos sectores bien diferenciados, separados no por uno, sino por varios cordones policiales. Demoras para votar. Nervios. Expectativas.
Postales de un domingo especial para Newell's
Más de mil policías controlaban los comicios. Marcelo Bielsa y Eduardo López, de los primeros en votar
Sí, este es un domingo especial para Newell’s. Y eso se notó desde temprano en el parque Independencia. Algo estaba claro: la movilización era impresionante.
La entrada la estadio cubierto del club, donde se realizaba la votación, era algo problemática. Lenta al menos. Es que para evitar incidentes la policía apostó a no tener mucha gente adentro. Los que iban a votar a la oposición entraban de un lado, los que apoyan al oficialismo del otro.Se daba naturalmente.
El Mole, que postula a Guillermo Lorente, apostó mesas para asesorar a los socios frente a la puerta del Palomar, donde se seguían cobrando las cuatro cuotas imprescindibles para poder votar. El oficialismo tenía una carpa bien enfrente de la puerta del gimnasio.
Las mesas se abrieron con demora, por lo cual todo el proceso venía lento. Uno de los primeros en hacerlo fue el presidente Eduardo López, que luego desapareció de la zona.
Lorente, en cambio, votó y se quedó en las inmediaciones del estadio cubierto, meta hablar con su celular.
Cerca de las 9 llegó Marcelo Bielsa. Vestido con ropa deportiva y con cara de pocos amigos, el Loco hizo la cola y votó en la mesa de vitalicios.
Antes se abrazó con su hermano Rafael, que se quedó realizando tareas de fiscalización, y el periodista Eduardo Van der Kooy. Todos, claro, referentes de la oposición.
Otro que daba vueltas en la zona opositora era Gustavo Dezzotti, el Galgo, a quien Lorente apuesta como manager del fútbol profesional en caso de ganar.
Por momentos había tensión en la cola, porque en un proceso tan enrarecido como este las demoras alimentaban sospechas.
Pero hasta las 11 no hubo ningún incidente importante. “Hay que tener paciencia”, se resignaba en la cola el presidente del Concejo Municipal, Miguel Angel Zamarini, cuando hacía la cola para votar.