El experimento fue realizado en ratones con cáncer de mama y permite sacar algunas conclusiones similares sobre la fisiología humana. El trabajo se enfocó a un tipo particular de tumor mamario, los denominados “hormona-dependientes”, que hoy son de difícil seguimiento terapéutico. “En esos casos, las terapias hormonales (por ejemplo, con tamoxifeno) no resultan en el largo plazo tan eficientes como en otros tumores de mama”, destacó la doctora Laura Todaro, investigadora del CONICET en el Instituto de Oncología A. H Roffo.
Los autores del trabajo dilucidaron el mecanismo de interacción entre dos componentes moleculares, denominados “receptor retinoide” y “PKC”, y proponen también una terapia combinada capaz de “normalizar” la relación entre ambas y disminuir significativamente el comportamiento maligno de estos tumores de mama. “Al tratar las células tumorales con un inductor del primero y con un inhibidor del segundo, logramos disminuir varios aspectos malignos de las células tumorales, entre ellos su tasa de proliferación y su capacidad para desarrollar metástasis”, indicó Todaro.
En el cáncer de mama, se distorsiona la relación entre ambas moléculas, lo que contribuiría a la progresión del tumor. El tratamiento apunta a normalizar esa interacción.
Para Todaro, este trabajo de investigación básica apunta a sumar una alternativa a las terapias convencionales de tratamiento que actualmente se aplican en nuestro país a pacientes con cáncer de mama. “Conocer qué moléculas del tumor están alteradas en un paciente en particular ayuda a encontrar blancos terapéuticos”, concluyó.
Fuente: Instituto Leloir