Unos 500 mil chicos menores de 6 años no fueron vacunados en el país, según informó el Ministerio de Salud nacional. El dato tiene varias explicaciones: algunos casos responden a la absoluta pobreza, la falta de información y de acceso a los servicios básicos de salud. Pero también, muchas veces, los padres conocen del tema pero practican estilos de vida naturistas opuestos a que sus hijos se inoculen.
Preocupa la cantidad de niños que no son vacunados
El Ministerio de Salud de la Nación sostuvo que casi 500 mil chicos argentinos menores a seis años no reciben las vacunas obligatorias. La falta de disposición de las drogas y la responsabilidad de los padres figuran entre las causas. La situación en Santa Fe
La importancia de las vacunas es un tema de debate dentro de la medicina ya que en algunos sectores se sostiene que sus consecuencias son negativas para el organismo. Sin embargo, gran parte de los profesionales las defienden y sostienen que el 95 por ciento de los chicos tendrían que estar vacunados en el país, según el informe publicado en el diario Clarín de este lunes.
Desde Santa Fe, la directora provincial de Promoción y Protección de la Salud, Andrea Uboldi, sostuvo en contacto con Radio 2 la importancia de llegar a un 95 por ciento de niños inoculados. Pero, destacó que “el porcentaje de vacunación no es para todas las vacunas igual”.
Uboldi manifestó que a nivel país existen coberturas inadecuadas “sobretodo para chicos que deberían tener el 95 por ciento de cobertura de las vacunas que les corresponden tienen 88 ó 90 por ciento en el caso de los que ingresan a la escuela”.
La doctora señaló que la vacunación está vinculada a la conducta de los padres del niño pero advirtió que también depende de “que los centros de salud estén abiertos, que haya vacunación disponible y que se hagan campañas de vacunación por la televisión”
Pablo Bonvehí, jefe de Infectología del CEMIC, sostuvo que cuando una enfermedad ya no es visible se pierde el eje de la importancia de la discusión y algunas personas comienzan a preocuparse por otras cuestiones, como la seguridad de las vacunas. Y puso el ejemplo de la polio: “No creo que nadie que haya visto sus efectos cuestione a las vacunas. Ya hay mucha evidencia científica que demuestra su efectividad en la erradicación de enfermedades, no sólo la polio sino también el tétanos, la difteria, la viruela. Y nadie comprobó la asociación entre las vacunas y el autismo, que es lo que se suele argumentar”.
“Si yo fuera chico esperaría que mis padres me vacunaran. Y el Estado debe hacer el mayor esfuerzo inmediato para remediar el déficit de vacunación. En la Argentina las vacunas se distribuyen mal. El extremo es la gente que ni se entera, o que no puede ir a un centro de salud porque no tiene plata para el colectivo. Hay que hacer campañas de información y llegar a la casa de la gente , dijo por su parte, el infectólogo Hugo Paganini, del Hospital Garrahan.
Los funcionarios no niegan la realidad: “Aún nos falta para tener tasas ideales de vacunación. Y la baja cobertura repercute en el aumento de algunas enfermedades, como la tos convulsa” , explicó Ana Speranza, directora del Plan Materno Infantil del Ministerio de Salud.
Finalmente, Luis Fernández, director nacional de Prevención de Enfermedades y Riesgos del Ministerio, también admitió la baja cobertura: “Hay que lograr que el 95% de la población esté vacunada, porque esa es la única manera que no haya contagios”.