El amor no tiene edad. Dos niños, de 6 y 7 años, estaban tan enamorados que decidieron fugarse de casa el día de Año Nuevo y viajar a África para casarse, junto a ellos viajó además una testigo para la boda de sólo 5 años. La policía los detuvo en la estación de trenes.

Holger Jureczko, portavoz de la policía, contó que luego que el pequeño Mika de siete años le contara a su "amigovia" sobre lo lindo que es Italia, Anna Lena, de siete acepta la oferta de viajar y caserse. Dijeron que querían llegar a África para contraer matrimonio "porque allí hace calor", además se llevarán un testigo para la boda, la pequeña Anna Bell, de 5 años.

Así, la mañana de Año Nuevo, mientras sus padres duermen, los niños preparan el equipaje, en el que meten anteojos de sol, juguetes de playa, ropa de verano y algunas provisiones y comienzan su viaje. Desde el domicilio en un barrio del norte de Hannover caminan un kilómetro hasta tomar un tranvía, que les deja, otros tres kilómetros después, en la Estación Central de Hannover, desde donde piensan tomar un colectivo hasta el aeropuerto, publica Clarín.

Pero ahí acabó la odisea. En la estación, tres niños tan pequeños y sin adultos llaman la atención de los empleados del ferrocarril, que avisan a la policía. Dos agentes hablan con los pequeños y les explican que sin dinero y sin pasajes de avión no pueden volar, así que es inútil ir hasta el aeropuerto. Mientras se ponen en contacto con los padres, la policía los entretiene y les explica, como dijo el portavoz, "que ya tendrán tiempo para realizar su proyecto más tarde".