Otra cosa hubiese sido si el presidente fuera Carlos Reutemann. Pero a Néstor Kirchner le costó estrenar uno de los autos que General Motors fabrica en su planta de Alvear.

“Tenía el freno de mano. Todos se habían dado cuenta y se reían, a mí me tuvo que avisar Aníbal Fernández”, contó en su discurso.

Por eso, dijo que está dispuesto a todo para que Argentina avance en su proceso de industrialización, pero aclaró: “Lo único que me va a costar es manejar”.

Y contó detalles de su vida doméstica: “Siempre que vamos en auto maneja Cristina”. Y luego cerró: “Pero sólo en el auto”.