Son un total de 60 bloggers de 32 países diferentes, que escriben en diferentes lenguas: inglés, español, turco, japonés, alemán y portugués. Fuera de los observatorios, laboratorios y despachos, estos 36 varones y estas 24 mujeres tienen sus familias, aficiones variadas y otras pasiones aparte de la astronomía. Y en el trabajo, dirigen proyectos de investigación, observan el cielo con tecnología de punta, realizan tesis doctorales, diseñan instrumentación, analizan datos, entre otras cosas.
La otra novedad es la creación del denominado Portal al Universo, generado por la Unión Astronómica Internacional (UAI), una organización que reúne a más de 10.000 astrónomos de todo el planeta. El portal es “un conjunto de páginas de Internet que proporcionan una cantidad ingente de material sobre Astronomía, que se actualiza e incrementa cada día”, e incluye los últimos grandes avances en la investigación del cosmos.
Es decir con información que puede resultar interesante para educadores, estudiantes, curiosos e incluso profesionales para campos algo alejados de sus especializaciones. Allí pueden verse noticias, fotografías o gráficas explicativas, información sobre asociaciones profesionales o amateur, productos multimedia que permiten obtener datos casi en directo, como fotografías del Sol, la posición de las naves espaciales o información de los telescopios.
El director del proyecto, Lars Lindberg Christensen, informó que “esta web proporcionará un único punto de entrada a las estrellas y a las galaxias”.
A través de www.astronomia 2009.es se puede acceder a ésta y otras informaciones ligadas a la astronomía.
A su vez, caber recordar que el nodo argentino del proyecto Eratóstenes ha renovado actividades para este año dedicado a la astronomía. La propuesta, cabe recordar tiene por objetivo que estudiantes de 14 años calculen el valor del radio de la Tierra por el método del célebre matemático, astrónomo y geógrafo griego. Para ello deben medir la altura y sombra de una varilla al mediodía de un día determinado y compartir estos valores con los medidos por alumnos de otra escuela (su “escuela compañera”) ubicada, en lo posible (no es excluyente), en el mismo meridiano.
Conociendo las mediciones propias y las de la escuela compañera se puede calcular muy fácilmente el valor del radio de la Tierra. Luego, ambas escuelas comunican a la coordinación del proyecto el valor obtenido, quien procesa estadísticamente los resultados de todos los pares de escuelas compañeras participantes comparándolos, así, con el valor conocido del radio terrestre.
La actividad permite a los estudiantes de escuela media hacer un uso concreto de la matemática, poner en práctica a la experimentación como medio de obtener información sobre la Naturaleza y sentirse partícipes de un proyecto conjunto que involucra estudiantes de muchos lugares diferentes. Además, el proyecto facilita el tan imprescindible acercamiento entre las escuelas y las universidades e institutos de investigación ya que, vía tutores pertenecientes a estos organismos, los profesores y maestros reciben asesoramiento en caso de dudas.
Para más información consultar el sitio: difusion.df.uba.ar