Ricardo Robins

Una mancha en el nuevo sistema de transporte público. El reparto de líneas de colectivos que realizó la Municipalidad de Rosario podría verse afectado por una causa judicial que tomó un nuevo impulso este mes luego de ser reabierta por la Cámara Federal de Apelaciones. Se trata de una posible defraudación al Estado por el uso irregular de gasoil subsidiado por parte de Las Delicias, una de las dos firmas privadas que quedaron en pie en el sistema y que rompen con la creciente participación del municipio.

La denuncia contra la empresa que comanda Rubén Rodríguez fue presentada por el ex concejal Alberto Cortés en octubre de 2005. Además de testigos, el querellante presentó un video donde se ve cómo en el playón que esa firma tiene en Pueyrredón al 5800 no sólo cargaban combustible a un tercio del precio del mercado los colectivos de color verde. También lo hacían vehículos particulares y camiones que, de acuerdo a la denuncia, pertenecían a otras empresas de los socios gerentes de Las Delicias: además de Rodríguez, Alberto González y Angel Bellofatto.

El supuesto ilícito fue nuevamente registrado por las cámaras de Gendarmería a pedido del fiscal federal Ricardo Vázquez. Todo ese material forma parte de la causa en la que el 15 de marzo de 2006 el entonces juez federal de Primera Instancia Nº 3, Carlos Vera Barros, decidió sobreseer a los empresarios. “No se tomaron en cuentas las pruebas, ni los videos, ni las fotos, ni los testimonios; Vera Barros dictó el sobreseimiento días antes de dejar el Juzgado (fue designado subrogante en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de Rosario). En un fallo vergonzoso de sólo cuatro carillas le dedicó más espacio a criticar al fiscal que a la denuncia en sí”, aseguró a Rosario3.com, el ex edil Cortés.

El juez sustentó su decisión en una auditoría de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CMRT) que establecía: “La empresa estaría realizando 4.067.000 kilómetros semestrales, valor algo inferior (5 %) al último declarado (4.285.644). Cabe consignar que diferencias pequeñas en el kilometraje como el anunciado, pueden considerarse normal y propias de los altibajos de cada una de las empresas y de error del procedimiento de estimación”.