Fue, sin dudas, el hombre de la jornada. Julio Cobos pateó el tablero con su voto por el "no" y lo argumentó en un discurso que por momentos tuvo un tono dramático. Su principal justificativo fue que la votación reflejaba un "país partido" y que sin consenso no hay solución posible.
"Es el momento más difícil de mi vida", dijo en un par de oportunidades y quiso patear la pelota para adelante cuando pidió un cuarto intermedio para el que no encontró eco en los senadores.
Entonces, no tuvo más remedio. "Quiero seguir siendo el vicepresidente de todos los argentinos, el compañero de formula hasta el 2011 con la actual presidente de los argentinos. Vuelvo a decir que no tengo ningún interés, trato de decir lo que mi convicción y mis sentimientos empujan la decisión, muy difícil seguramente”, fue uno de sus párrafos destacados.
"Creanme que está en mi que nuestro gobierno sea el mejor de todos, pero ella (Cristina Kirchner) delegó en el Congreso la solución de este conflicto", continuó.
Ante esto, finalizó: "No puedo acompañar. Esto no significa que esté traicionando a nadie, sino actuando de acuerdo a mis convicciones. Que la historia me juzgue, perdón si me equivoco, mi voto no es positivo, es en contra".
Así se retiró, pidiendo a la presidenta Cristina Kirhcner que envíe un nuevo proyecto.