Mediante esa modalidad, surgida años atrás, los chicos compran varias bebidas alcohólicas y las mezclan en grandes recipientes, para tomar desde ahí en grupo y con pajita.
Aunque hace mucho que la venta de alcohol a menores de edad está prohibida en los boliches, los chicos logran burlar la norma al conseguir los baldes que proveen mayores de edad y los consumen sin control de ningún tipo.
Esta nueva ordenanza precisa que en todos los boliches o locales de diversión a los que acceden menores de edad queda "expresamente prohibido el suministro de bebidas alcohólicas vertiendo su contenido en forma directa en envases tipo baldes, jarras, hieleras, fraperas o similares".
Estos lugares "sólo podrán realizar el dispendio de bebidas alcohólicas en vasos o copas que no excedan los 500 centímetros cúbicos".