“No se permiten chicos" o "Kids are not allowed”. La frase, escrita en español o en inglés, aparece como una aclaración anticipada de que los niños tienen el acceso vedado a ciertos lugares: hoteles, cabañas, restaurantes y bares. Pero cuidado, no se trata de una medida de protección al menor. Por el contrario, se debe a una tendencia que demarca los lugares de acuerdo a la child-free zone o zona libre de chicos.

Aunque la tendencia creció en Europa, Estados Unidos y ya llegó a algunos barrios de Buenos Aires, se resiste a desembarcar en Rosario donde la ciudad cada vez se adapta para incorporar más y más a los niños en cada uno de sus espacios.