El estudio se publica en Annals of Internal Medicine y fue coordinado por sin-Chieh Yeh, profesora de Medicina Interna y Epidemiología de la citada universidad.
El riesgo fue mayor en los primeros tres años tras abandonar el hábito y volvió a una probabilidad normal después de diez años de la cesación tabáquica. Entre aquéllos que continuaron fumando durante este periodo, el riesgo fue más bajo, pero la posibilidad de desarrollar diabetes fue un 30 por ciento mayor en comparación con los que nunca habían fumado.
Durante los primeros tres años de la investigación, los que dejaron de fumar ganaron cerca de 3,81 kilos y la circunferencia de sus cinturas creció aproximadamente 30 centímetros. Así, los investigadores sospechan que el riesgo elevado de diabetes en estos sujetos se debe al peso que ganan tras renunciar al tabaco y advierten de que los resultados de este trabajo no deben utilizarse como excusa para continuar fumando porque es un factor de riesgo de enfermedad pulmonar, cardiaca y muchos tipos de cáncer.
Fuente: Dmedicina