En el primer tiempo, el conjunto de la Ribera tomó la iniciativa y Riquelme rápidamente encontró espacios a espaldas del doble cinco albiceleste.
Racing fue paulatinamente equilibrando el juego en el medio pero no pudo crecer en tres cuartos de cancha, La ausencia de un mediocampista creativo y de un delantero natural que acompañe a Ramírez (por más que haya jugado en Vélez como delantero, Castromán es volante) privó a la Academia de tener claridad en los metros finales.
A pesar de disputar más la pelota que en el comienzo del juego, el equipo que dirige Carlos Ischia fue profundo y exigió al arquero rival. Racing sólo pudo inquietar en jugadas con pelota detenida.
En el segundo tiempo, debido a la falta de volantes por afuera con retroceso defensivo, Sebastián Battaglia tuvo grandes espacios para cubrir. Igualmente, cuando se afirmó en el medio, Boca inquietó a Migliore, aunque con remates desde afuera.
No obstante, Racing abrió el marcador en la acción inmediatamente posterior, con una buena definición de Castromán, quien convirtió de zurda, a la izquierda de Abbondanzieri, luego de aprovechar otro error defensivo de la defensa visitante.
Fueron cuatro minutos fatales para Boca, puesto que a la expulsión de Battaglia, por doble amonestación, sobrevino el segundo gol académico: Zuculini aprovechó la ausencia de un volante central adversario y superó a Abbondanzieri para el delirio de los hinchas locales.
Ischia reaccionó tarde ante la ausencia de un mediocampista de contención y puso a Exequiel Benavídez por Díaz recién 6 minutos después de la expulsión de Battaglia.
En cambio, Caruso Lombardi incluyó a Sebastián Grazzini por Castromán y el ex Newell’s le respondió con un gol de notable factura, el tercero de su equipo: superó dos veces a Juan Krupoviesa, la primera con un sombrero y la segunda con un enganche, para concretar de zurda.
Racing redondeó un triunfo inapelable, frente a un equipo que necesita urgentemente una renovación en la dirección técnica.