La actividad en las calles de la ciudad Cisjordania de Belén, la cuna del cristianismo, era frenética al caer la Nochebuena y estiman que el número de peregrinos que este año llegó al lugar es record. El alcalde de la localidad asegura que se batieron todos los registros, con casi 600.000 visitantes.

Los fieles seguían este lunes a la noche en la Plaza del Pesebre la misa de Nochebuena en la iglesia de Santa Catalina, junto a la Basílica de la Natividad.

Mediante un servicio especial de autobuses y por un acceso desde Jerusalén y no por los puestos de control militar del Ejército israelí, lo que les evitará largas colas, todos accedían a Belén donde, según la tradición cristiana, nació Jesús.

El paso para peregrinos y turistas fue gestionado por el enviado del Cuarteto de Madrid, el ex primer ministro inglés Tony Blair, ante el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak.

Con la autorización del Ejército israelí, que controla la "seguridad general" en Cisjordania ocupada, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) desplegó el domingo centenares de agentes de policía para mantener el orden en Belén con lo cual el personal de seguridad ascendió, según fuentes del municipio, a unos 1.500 efectivos.

Belén, situada 8 kilómetros al sur de Jerusalén, sigue a las ciudades de Naplusa y Tulkarem, de Cisjordania septentrional, entre las que la vigilancia es ejercida por la policía palestina por un acuerdo con las autoridades militares de Israel.